Patrimonio y Arte – Parroquia Matriz de San Miguel Arcángel


PATRIMONIO Y ARTE

Parroquia Matriz de San Miguel Arcángel.

    Hasta el año 1796, los vecinos de San Miguel de Abona acudí­an a la iglesia parroquial de San Pedro, en el municipio vecino de Vilaflor. Dicha circunstancia obligaba a que tuvieran que recorrer un camino largo y en malas condiciones cada vez que necesitaban enterrar a un familiar o recibir los sacramentos; ya que en la ermita existente solamente se podí­a oí­r misa.

    Por este motivo, los vecinos de San Miguel de Abona solicitaron al Obispado disponer de una parroquia propia, y fue el obispo Antonio Tavira y Almazán quien accede a sus peticiones en 1795; será el 19 de marzo de 1796 cuando el pueblo de San Miguel de Abona logra su objetivo.

    Pero aún así­ el pueblo se revela, puesto que resultaba insuficiente satisfacer las necesidades de la población con una parroquia que ya era independiente, así­ que se emprenden las obras de ampliación del templo. Hacia 1821 quedaba delimitado el espacio de la plaza de la iglesia, por donde pasaba el camino real; y en 1824 estaba en construcción la cubierta o cañón del templo. Entre 1820 y 1845 se terminan el tabernáculo, las vidrieras, cuatro retablos del cuerpo de la iglesia, los dos tronitos para los dos altares portátiles del altar mayor y dos pilas de agua bendita. Quedaban en ese momento pendientes de terminar el atrio, la pavimentación de la iglesia, el coro, la pila bautismal y el campanario (torre vieja). Hacia 1842, se termina las dos sacristí­as, la nave principal y la torre, para la que se trae una campana del Puerto de La Orotava.

    La inauguración del nuevo templo se realiza en 1874, aunque se prosiguen las obras en los años posteriores: entre 1880 y 1890 se termina el coro, la pila bautismal y la escalera de la torre, y entre 1916 y 1922 se acometió el traslado de la pila bautismal y la instalación eléctrica, que costó 42,57 pesetas; en 1953 se reformó el frontis de la iglesia y se comenzó a construir la torre nueva, de aire regionalista, mientras que en 1963 se añade un pasillo y una escalinata de acceso a la sacristí­a, adquiriendo el aspecto con que la conocemos actualmente. Se trata pues de una parroquia que presenta los rasgos tí­picos de los templos de barroco canario tardí­o, uso de materiales autóctonos en su construcción y un planeamiento sencillo en su distribución, con una sola nave principal a la que se abren las capillas laterales

    En cuanto a las imágenes, desde su origen ha destacado la presencia de San Miguel Arcángel, patrón del municipio, de San José y de Nuestra Señora de La Concepción.; además de un Santo Cristo, una Dolorosa y un San Juan Evangelista que formaban conjunto, un San Antonio de Padua, una Virgen del Rosario, un Nazareno, un San Francisco, un San Juan Nepomuceno y un San Roque y una Virgen de la Caridad, entre otras.

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