Exposición «A pesar de todo, el cielo»

«A pesar de todo, el cielo» de Soledad Molina

Soledad Molina, nos abre un panorama de misterio de la periferia. Me refiero a la frontera o lí­mite que debemos cruzar para acercarnos a la ciudad. Imágenes de puentes, torretas de la luz y demás elementos que se convierten en estandartes de la entrada a lo urbano. Un acceso al camino lleno de nebulosas que ocultan lo que la imaginación nos presenta.

La autora nos muestra «las puertas de la ciudad», un rastro que nos llevará hacia concentraciones humanas, hacia descubrimientos de contextos caracterizados por estampas sociales novedosas. Pero también puede ser todo lo contrario, una escapada de la urbe para perdernos en otros mundos. Una huida de la presión para encontrar la tranquilidad. Sea cual sea el sentido del camino, no cabe duda que la pintura de Soledad representa un viaje de una ciudad a otra.

¿Pueden ser restos de sociedades fracasadas o indicios de arquitecturas humanas crecientes?

Si nos dejamos llevar por el tí­tulo elegido por la pintora, el pensamiento estarí­a enfocado hacia una libertad de abandono de lo experimentado
y desarrollo de una búsqueda de una ciudad «más ideal».

Cuando se menciona el concepto ciudad, los significados son muy diversos, y en el caso de Soledad Molina, nos comunica una metáfora del destino del hombre dentro de una sociedad urbana. ¿Qué debe signi§ car la ciudad para el ser humano? Ese es el mensaje, y le deja al observador
la respuesta.

Seca Herrera
Comisario de la exposición

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