Conjunto histórico de San Miguel de Abona

Recientemente, se declaraba Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Conjunto Histórico, el núcleo urbano de San Miguel de Abona; en concreto el ámbito comprendido entre la iglesia parroquial y la Casa de El Capitán, en la zona de El Calvario

Las razones para otorgar a este entorno urbano el máximo grado de protección que reconoce la legislación en materia de patrimonio histórico están más que justificadas. San Miguel es, probablemente, el núcleo histórico mejor conservado y con mayor riqueza patrimonial de todo el sur de la isla de Tenerife. Sin tener la antigüedad de otros lugares, como Adeje, Vilaflor o Granadilla de Abona, sus habitantes han sabido, y podido, mantener la configuración urbana original, alrededor del antiguo camino real que recorría los principales asentamientos de las medianías de la comarca de Abona.
 
Los orígenes de San Miguel son inciertos. Sólo se tiene constancia de la construcción por parte de los vecinos de la primitiva ermita de San Miguel a mediados del siglo XVII, quizá en 1665. Su edificación demuestra que por estas fechas existía ya un contingente poblacional y una prosperidad económica lo suficientemente importantes como para promover esta fundación y evitar así los fatigosos traslados hasta Vilaflor, donde se encontraba la iglesia parroquial, para oír misa y enterrar a sus difuntos.
 
El pueblo fue creciendo alrededor del nuevo templo y, sobre todo, a lo largo del Camino Real que se dirigía a los caseríos de La Hoya y de Valle San Lorenzo.
La declaración de San Miguel de Abona como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, permitirá garantizar la conservación integral de este núcleo urbano tradicional, con todas sus edificaciones históricas, además de incorporar huertas y terrenos de cultivos vinculados a las viviendas, que contribuyen a darle el soporte ambiental y paisajístico que ha definido su carácter rural. Su magnífico estado de conservación se debe a que el trazado de la carretera general del sur no atravesó el casco tradicional, sino que discurrió al norte de éste, escapando así a las demoliciones sistemáticas que se han producido en otros pueblos del sur atravesados por esta vía.

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