Origen del municipio – Caserio de El Lomo – La Hoya

09 May 2013

Cuando se quiere hablar de San Miguel de Abona, remontándonos a sus orígenes, no podemos por más obviar la naturaleza propia de este municipioHaciendo referencia a nuestro pasado, nos encontramos con un manojo de raíces cargado de Menceyes, de ritos, de costumbresque pasaron por estas tierras y que hoy  quedan en el olvido, sin apenas hacernos recordar cuál es el legado que nos dejaron.

Al término de la conquista de la Isla, y una vez abatido el último de los Reyes de Adjona, surge San Miguel de Abona. Son muchos los autores que hablan hipotéticamente sobre el verdadero génesis del municipio, inclinándose alguno de ellos por el que hace alusión a la herencia de un asentamiento aborigen en la zona de El Lomo-La Hoya; se estaría hablando de pastores y labradores, en su mayoría descendientes del último rey guanche de Adeje. El Caserío que allí se forma está ubicado en zonas de medianías, intentando aprovechar tanto los recursos de la zona de montaña como los de la costa. Uno de los aspectos motivadores de la ubicación de este primer asentamiento vendría dado por ser una zona poco visible desde el mar, siendo la montaña de La Centinela uno de los pilares fundamentales para el control de los barcos que se acercaban a las costas de la Isla con el afán de  incurrir en ella. Por otro lado, el lugar contaba con material natural necesario para la construcción de las viviendas (piedras y barro); estas edificaciones aún hoy se conservan, observándose claramente que son las más antiguas del municipio.
 
Posteriormente, se irían creando nuevos núcleos como  Tamaide, Las Zocas…, al cual seguirían otros tantos que conforman hoy el municipio. Incluso se puede llegar a establecer que la primera ermita de la localidad en Honor a San Miguel Arcángel se fundó  a mediados del siglo XVII (sobre 1665). La primitiva ermita se encontraba situada exactamente en el mismo lugar en el que hoy se halla la actual parroquia debido a su ubicación céntrica respecto de los diversos caseríos que, ya por entonces se encontraban habitados en el lugar.
 
Será en 1796 cuando comenzó a existir como parroquia independiente de Vilaflor, puesto que desde 1770 aparecía como un pueblecito dependiente de este término municipal. A lo largo de estos doscientos años de vida de San Miguel de Abona, han destacado aspectos como la agricultura de secano y posteriormente de regadío (con la llegada del agua  a través del Canal del Sur), así como su importancia en el tránsito de una agricultura de subsistencia a otra de exportación, resaltando también sus industrias de canteras, alfarería, sus hornos de teja, molinos, etc., al igual que su desarrollo comercial actuando de nexo el Puerto de Los Abrigos (El Abrigo).
Recientemente, la Dirección Insular de Cultura y Patrimonio Histórico ha incoado el expediente de declaración de BIC a favor del Caserío de La Hoya con la categoría de Sitio Etnológico.

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