CASA CUATRO ESQUINAS – OFICINA DE TURISMO

Nos situamos en un punto emblemático del pueblo de San Miguel de Abona, en un lugar de paso de multitud de personas viajeras, en concreto en el numero 16 de la Carretera a Los Abrigos esquina Calle de La Iglesia, en la antigua casa de D. Rafael Reyes y de su señora Dña. Magdalena Delgado, una casita modesta de finales del siglo XX de cuerpo rectangular con una planta de altura y otra de sótano.

Este lugar es, y ha sido, un punto importante por su ubicación estratégica puesto que en él se encuentra el cruce de dos arterias principales: la Calle de la Iglesia (que fue la más importante hasta la realización de la nueva carretera general), que cose todo el núcleo fundacional del Pueblo desde La Iglesia hasta La Casa de El Capitán; y la carretera a Los Abrigos, que unía el municipio con la costa.

A lo largo del siglo XX la casa pasa por diversas reformas y reestructuraciones internas en cuanto a usos se refiere. Desde comienzos del siglo XX hasta la década de los 40 esta casa fue conocida como “La fonda de Doña Magdalena”. Pocos años más tarde, a partir de la década de los 40 en adelante, el hijo de este matrimonio, D. Agustín Reyes, reconvierte la fonda en su vivienda particular, y monta un Café en la esquina entre la calle de La Iglesia con la carretera a Los Abrigos. Desde entonces, a la casa se le ha dado diversos usos.

Después de 30 años nuevamente cerrada y sin uso, el ayuntamiento de San Miguel de Abona adquiere la propiedad para rehabilitarla. En febrero de 2009 se inicia la tramitación de Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Conjunto Histórico a favor de San Miguel de Abona, siendo en marzo de 2009 cuando se hace la propuesta de delimitación de Conjunto Histórico. Y ya en el año 2010, con la publicación en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) del expediente de declaración de BIC., el ayuntamiento inicia el proceso de rehabilitación y ampliación de la Casa Cuatro Esquinas para la futura Oficina de Turismo y Espacio Cultural El Puente.

La intervención se basó en dos aspectos que fueron las premisas fundamentales: por un lado, rescatar la casa antigua como parte del entorno de las Cuatro Esquinas; y por otro, realizar una ampliación que sirviese para albergar una gran parte del programa requerido para la nueva oficina de información turística.

Desde el principio se pretendió que se diferenciasen las dos zonas y por ello se optó por usar diferentes materiales y por separar físicamente los dos elementos. En la rehabilitación de la casa se han mantenido los mismos materiales que poseía; principalmente, canto de tosca del sur y madera.

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