El Charco de Archiles, la piscina natural de San Miguel de Abona

El Ayuntamiento reconvierte un lodazal ubicado en la zona costera en un espacio para el disfrute de residentes y turistas, con aguas limpias y de calidad. El alcalde, Arturo E. González, destaca que la actuación desarrollada potencia la singularidad del municipio, pero también recupera patrimonio natural del pueblo.

Los atractivos de San Miguel de Abona se impulsan con una iniciativa que ha permitido que la zona costera cuente un nuevo lugar para el ocio y disfrute acuático tanto del residente, como para el visitante y turista. Tal es así, que el proyecto llevado a cabo en el Charco de Archiles ha propiciado que dicho espacio se reconvierta a modo de piscina natural.

El ayuntamiento encargó con este propósito un proyecto para proceder a la mejora, limpieza y adecuación de este paraje natural, que acumulaba no solo basura y piedras de todos los tamaños, sino también un lodazal debido a escorrentías porque el Charco de Archiles se sitúa en la desembocadura del barranco del mismo nombre y que nace en Vilaflor de Chasna.

Ahora, este emplazamiento, que durante muchos años ha sido para los sanmigueleros y sanmigueleras un punto para disfrutar de una zona de baño, cuenta con unas aguas limpias y de calidad, como así avalan las analíticas realizadas.

Desde el consistorio se quiere continuar impulsando todo este entorno a través del Plan de Recuperación de la Costa de San Miguel y conseguir la rehabilitación integral de la zona. Tal es así, que en el paquete de actuaciones se contempla la creación de diversos senderos, por lo que desde el Ayuntamiento se solicitará uno que recorra el paraje natural de  Montaña  Amarilla.

“La mejora del Charco de Archiles no solo supone recuperar, mejorar y embellecer un atractivo de nuestro municipio, sino que además potencia  el patrimonio  natural del pueblo”, manifiesta el alcalde de San Miguel de Abona, Arturo E. González Hernández.

“Además, acerca a los vecinos, visitantes y turistas a nuestra costa, quienes pueden disfrutar del litoral mientras se desbloquean las autorizaciones que permitan acondicionar la playa de San Blas, además de la Playa de San Salvador”, resalta el presidente de la Corporación local.

González Hernández señala que la recuperación del Charco de Archiles “no ha sido fácil porque este ámbito se había convertido en un auténtico lodazal, con aguas negras y distintos tipos de basura. De hecho, se retiraron neumáticos y hasta materiales de coches, que junto a la acumulación de callaos impedían la natural entrada y salida del agua del mar”.

 

Mayores y Amisur se benefician de actividades en la playa

La costa de El Médano acogerá la oferta de ocio y salud que ha diseñado la Concejalía de Servicios Sociales para la tercera edad e integrantes de Amisur, programa que se desarrollará los meses de julio y agosto.                 

Unos 100 mayores y más de una veintena de usuarios del Centro Ocupacional Amisur se están beneficiando del programa de actividades en la playa que ha organizado para los meses de julio y agosto el Ayuntamiento de San Miguel de Abona, proyecto que se desarrolla en la costa de El Médano.

“Dicha iniciativa, que hemos podido ampliar a un día más en semana durante el mes de agosto, no solo mejora la calidad de vida de ambos colectivos, sino que les posibilita disfrutar de una oferta veraniega de ocio y salud, además de impulsar la convivencia entre los asistentes”, ponen de relieve el alcalde, Arturo González, y la concejala de Servicios Sociales, Nuria Marrero.

Paseos por la arena, natación, ejercicios para mejorar la movilidad y juegos de cooperación son algunas de las actividades que se realizan en la playa, guiados por profesionales para atender  las necesidades y peculiaridades de los integrantes de este programa social.

San Miguel de Abona contrata a 12 personas desempleadas

Las beneficiarias llevarán a cabo, durante 6 meses,  tareas de limpieza en los edificios culturales, deportivos, lúdicos y sociales del municipio; además de la mejora medioambiental de los polígonos industriales. El concejal de la AEDL y el alcalde, Lot García y Arturo González, respectivamente, destacan que la iniciativa se centra en mejorar su empleabilidad. 

Un total de 12 personas desempleadas del municipio de San Miguel de Abona, mujeres y la mayoría de ellas mayores de 45 años, se están beneficiando de una iniciativa que se impulsa desde el Ayuntamiento sureño con el objetivo de favorecer su inserción socio-laboral, personal que se encargará, durante 6 meses, de tareas de limpieza de edificios municipales culturales, deportivos, lúdicos y sociales; además de mejoras medioambientales.

Dicha iniciativa se enmarca dentro del proyecto denominado “San Miguel de Abona: Empleo Social 2017-2018” de la Concejalía de Empleo y Desarrollo Local, que dirige Lot García Delgado, en el que participan el Servicio Canario de Empleo (SCE) , la Federación Canaria de Municipios (Fecam) y cuenta además, con la colaboración de la Concejalía de Servicios Sociales del consistorio.

En este sentido, seis trabajadoras llevarán a cabo tareas de limpieza en las diferentes instalaciones municipales y otras seis, realizarán labores de mejora ambiental en los polígonos industriales de Las Andoriñas, Llano del Camello y Las Chafiras .

“El principal objetivo de este proyecto es desarrollar y mejorar la empleabilidad de los demandantes de empleo de nuestro municipio permitiendo cierto desahogo a las familias”, señalan el concejal responsable de la AEDL y el alcalde de San Miguel de Abona, Lot García y Arturo González, respectivamente, quienes ponen de relieve el “compromiso” del ayuntamiento sureño “para con nuestros vecinos y vecinas con iniciativas y proyectos que incidan en su calidad de vida”.

El proyecto “San Miguel de Abona: Empleo Social 2017-2018” habrá beneficiado, una vez concluya, a 34 personas con una inversión que supera los 331.760 euros, contando con casi 185.000 euros de subvención del SCE.

Las personas beneficiarias de este Convenio, han tenido que cumplir entre otros requisitos, tener una edad comprendida entre los  18 y   65 años, estar inscritos como demandantes de empleo durante un mínimo de seis meses en los últimos dos años y figurar empadronados en el municipio con al menos seis meses de antelación al inicio del proyecto además de una exhaustiva valoración de los aspectos sociales y económicos a través de informes emitidos por las trabajadoras sociales municipales.