Las ondas de plata y azul representan la condición también costera del municipio y la expansión del mismo hacia esa zona que se desarrolla no solo con la agricultura, si no como actividad que ha de redundar en la economía del municipio.
Históricamente, tampoco podemos olvidar el consumo de alimentos de origen marino de los aborígenes del menceyato de Abona, si bien éste era sensiblemente inferior al de la carne. La presencia de conchas de moluscos y restos de peces aportan una interesante y no escasa información respecto no sólo a los hábitos alimentarios del aborigen, sino a las especies preferidas y, en otro orden de cosas, a las técnicas de pesca. Los restos de moluscos y peces encontrados en Guargacho son una valiosa información que nos aporta datos fehacientes de que los aborígenes de Abona enclave del actual municipio de San Miguel-, no vivían de espaldas al mar, condición que se dá hoy también.
Por lo tanto, la presencia de este simbolismo está justificado plenamente y la claridad de su significado no deja lugar a duda.
La importancia de la agricultura, como actividad principal en la historia de la economía del municipio no podía dejar de estar representada en el Blasón, ya que ella ha sido siempre el medio económico por excelencia, destacando, -entre otros cultivos la vid y los cereales, muy especialmente el trigo, en épocas ya pasadas.
Cuando la economía de las Islas conoce un efectiva recuperación merced a la propagación del cultivo de la cochinilla del nopal (cccus cacti) originaria del carmín, el término de San Miguel de Abona se incorpora a este nuevo y productivo cambiario su fisonomía, sumándose al ritmo de una exportación interinsular o directamente a las plazas de destino. Cádiz, Barcelona, Marsella, etc…- en las que la demanda de colorante era intensa. El progreso local era acentuado, aunque el temor de la ruina del cultivo de la cochinilla invade a terratenientes y mayorales, labradores y cosecheros, al confirmarse la puesta en circulación de los colorantes sintéticos, causantes de una nueva depresión y ruina, y que supuso la extinción de este lucrativo cultivo.
Pero , aún hoy, se conservan en el municipio bellos ejemplares de nopaleras, cargadas de cochinilla, como mudos testigos de aquella febril actividad económica.
Junto a la actividad agrícola, el factor artesanal se sumó en el pasado a la actividad económica de Abona, destacando sobremanera la alfarería.
Las piezas de cerámica fabricadas en San Miguel tenían una finalidad eminentemente práctica, por lo que en la actualidad sólo se conservan principalmente tallas o recipientes destinados a conservar el agua de consumo humano. Sin embargo, la variedad de piezas cobren prácticamente todas las necesidades de una sociedad exclusivamente agrícola.
Por cuanto queda reflejado, el simbolismo que ofrecen os racimos de uvas, las espigas de trigo, lo nopales cargados de cochinilla y el gánigo de barro, justifican la validez de la presencia de estos símbolos en el escudo heráldico de San Miguel de Abona.
Se timbra el Escudo Heráldico Municipal con la Corona Real cerrada, de acuerdo con el apartado c) del artículo 3 del Decreto 123/1990 de la Consejería de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias.
La Bandera
El color predominante es el amarillo cadmio y el azul, que simbolizan la aridez de los campos del Sur y el aspecto predominante del cielo y del mar en esta parte de la Isla. Igualmente, por ser los utilizados tradicionalmente en la localidad y por ser la policromía básica del escudo del municipio.
“Paño rectangular, de seda, tafetán, raso, lanilla o fibra sintética, según los caos, cuya longitud es vez y media mayor que su ancho; compuesto de dos franjas verticales, siendo la de color azul, la unida al asta, del tamaño de un tercio del paño; la de color amarillo a batiente, de los dos tercios restantes del
“Si la bandera ostentara escudo, éste deberá colocarse en el centro del la franja de color amarillo, preferentemente en ambas caras“
Orden de 23 de Febrero de 1998, por el que se aprueba la bandera del municipio de San Miguel de Abona.
El Pendón
El pendón es un cuadrado de seda o raso de amarillo cadmio de 1,25 metros de largo y 1,25 metros de ancho. En el centro del cuadrado el escudo heráldico municipal bordado con los esmaltes y metales del mismo, y teniendo un alto de 832 milímetros (2/3 de altura del pendón). En los bordes del pendón, flecos de hilo de oro torcidos de 6 milímetros de largo en todos los lados del cuadrado, a excepción del que va unido al asta. De la parte superior del asta (garganta de la moharra) penden dos cordones entrelazados de azul y oro de tres metros cada uno rematados, en su parte inferior, por borlas de oro” .
Orden de 27 de Septiembre de 1997, por la que se aprueba el pendón del Municipio de San Miguel de Abona.

